Creo que hay que tener mucho valor o suficiente petulancia para creer que puedes enseñar algo, aunque sea a través de un blog. Estoy más bien con F. Pessoa en: “No enseñes nada porque aun lo tienes que aprender todo”.  Con el añadido de que hoy llamar la atención de la gente es muy complicado. “La atención humana” se está convirtiendo en un bien escaso. Así como la reflexión y el silencio.

En un mundo en el que todos estamos hiperconectados ya no hay un único ágora. La proliferación de canales, blogs, redes sociales, (Twitter, Facebook, WhatsApp etc.) desde donde poder transmitir ideas, propuestas, falsedades etc. es una realidad. Con la característica añadida de la velocidad. Antes de asimilar y de reflexionar sobre una propuesta esta ya ha sido suplantada por otra. ¿Cómo nos vamos a hacer cargo de la realidad en esta situación de sobreinformación? Donde cada vez más los hechos (lo que ocurre de verdad) ya casi no importan porque lo determinante es lo que se siente.

Además, los asuntos son tan complejos (economía, finanzas, medio ambiente, inteligencia artificial, inmigración…) que nos producen incertidumbre, miedo, ansiedad e inseguridad. No los entendemos en toda su dimensión  por lo cual no sabemos cómo orientarnos. A lo señalado es preciso añadir que las instituciones que tenemos (partidos, sindicatos, organizaciones…) tanto internacionales como nacionales ni producen credibilidad en los ciudadanos ni satisfacen sus legítimas necesidades. Ni encontrarnos líderes con la suficiente autoridad moral para convertirse en referente.

Quizás por todo ello necesitamos cada vez con más urgencia saber distinguir lo que es real y lo que es ficción; lo que es verdad de lo que es mentira; lo que es política de lo que es el populismo…En estos tiempos donde las ideas- pensamientos son la mayoría de las veces como esas nubes de “evolución diurna” que aparecen y desaparecen en el día; donde prolifera el enfrentamiento sobre el diálogo, la polémica sobre el análisis…La formación de una ciudadanía ilustrada es cada vez más difícil. Y sin embargo, sin un ciudadano formado críticamente la democracia se debilita. Tener ciudadanos formados y con pensamiento crítico no es una opción, es una urgencia. Es el mejor contrapoder.

Para todo ello necesitamos “desconectar” para poder estar en silencio y poder pensar, reflexionar y de esta forma poder contrastar nuestros puntos de vista con los de otros; poder dudar, cuestionar y no dar nada por sentado es positivo; y sobre todo aprender a cambiar de punto de vista si el del otro está más cerca de la verdad que el nuestro. El admitir estar equivocado no es un “delito” que se sepa.

Ante semejante panorama constatamos que es imposible seguir progresando sin mover las ideas. Necesitamos nuevas líneas de análisis que nos permitan abandonar los lugares comunes y ahondar en nuevas perspectivas estratégicas. A esto queremos contribuir con la puesta en marcha de este blog.

No queremos que este blog se convierta en una plataforma donde un grupo de personas, con más o menos buena formación, se den cita para producir cosas sin interés. Queremos que las distintas ideas y perspectivas que se expresen en este blog dialoguen entre sí y otras colaboren y cooperen.

Un blog de estas características debe estimular el análisis y no adoctrinar; debe añadir nuevos puntos de vista y no restarlos; debe hacernos desconfiar de todo lo que viene con el sello de “verdad”; debe hacernos cuestionar las cosas (no solo las de nuestros contrarios sino también las nuestras); debe ayudarnos a desenmascarar las mentiras y las falsedades que nos tratan de inculcar etc. No es un blog para “salvar a la humanidad” sino para tratar de entender y comprender un poco mejor este mundo complejo y cambiante. No queremos caer en la banalización ni en el amarillismo para llamar la atención o conseguir un titular, “es mejor descoser que rasgar”. Tampoco queremos decirle a la gente lo que tiene que pensar. Simplemente consideramos que si estos temas y esta problemática nos interesa, tal vez pudiera interesar a más personas.

Lo último que queremos hacer con el tema de los Servicios de Inteligencia es una vulgarización. Un Servicio de Inteligencia no se puede describir solo con los parámetros del cine, de la literatura o de determinadas noticias periodísticas, sino que exigen referencia a su sentido, a su misión, a lo que es y para qué sirve un Servicio de Inteligencia.

Nuestra tarea desde este blog es la de reflexionar desde todos los ámbitos y dimensiones con los que están relacionados tanto desde la práctica como desde la teoría, los Servicios de Inteligencia. Y para ello, nuestro reto es buscar nuevos ángulos y nuevas ventanas desde las que mirar y sobre todo otras formas no solo de responder sino de preguntar. Debemos partir de la pregunta: ¿qué existe y sucede en el mundo? Y ante este análisis no cabe otra pregunta que: ¿qué hacer?

El sentido de lo posible es la actitud que nos anima.